miércoles, 13 de junio de 2012

La vida es como un proverbio chino, pero el día a día lo complicamos más. Literatura pura sin cortar, mañanas kafkianas en mi cama. Tardes al sol, seco, como Thompson en Las Vegas. Noches de soul tántrico bukowskianas pero con encanto, y algo de wisky en el vaso.


Con llaves acartonadas y ácidas en busca de las puertas de la percepción, Jim entró en el club buscándolas y encontró su fin en la bañera de un barrio de París.
Besos de esos, de los que imploran los versos de los poemas bajo el techo del pecho. Como Julio veía lo que ven nuestros ojos, cuando mi dedo dibuja tu boca, cuando la mía la busca y la encuentra como mis manos tu pelo. Un mordisco dulce, una muerte bella.
Porque cuando no es contigo mis flores son flores del mal aunque el miedo no me sepa amargo, los sueños se me caen al suelo de pensar que lo que me das pueda amarlo, pero no tenerlo.
Sigo soñando con carreteras largas que me saquen de aquí, con la sed de vida de la generación beat pero no sin ti, sin ti ni loco.
Misántropo enamorado de la vida, taciturno nocturno,
bebedor y amante de mi amor, amigo inseparable de la rabia, 
cansado ya de tanto profeta, de palabras y gestos vacíos,
de la violenta naturaleza de todo, buscando una destreza propia si es que hay algo propio en este todo, no quiero cambiar el mundo, quiero vivir a mi modo.
La vida no es más que la maravillosa simpleza jugando a ser complicada.

La muchedumbre regala su tiempo para entrever la cara de alguien a quien creen conocer, un vagabundo ajeno al por qué fuma una colilla mojada con el carmín carísimo de alguien carísimo, yo escribo estas líneas entre ráfagas de viento que prometen frío, la gran pantalla que tengo enfrente enfoca a un tipo elegante firmando papeles, papel para fumar o comprar, papel que antes dio aire.

Haciendo tiempo en este mar de segundos perdidos, naufragando de su inmensidad, con un vértigo tranquilo, incluso a ratos controlado, mirando hacia los restos de un cielo donde habitaron dioses, buscando, siempre buscando. En la ciudad que aspira al reino donde nunca duerme la creación mas creativa del hombre, donde sin embargo reside algo que nos pertenece a todos.
Madrid,Enero 2012.
Mi amor de primavera eterna, de sol de invierno, de ventanas mojadas y calles ruidosas, y de calor húmedo bajo la manta,mi hogar, mi paz.
Mi amor completo de arrebato apasionado, mi todo o nada, mi todo.Gracias por parar el tiempo y agarrar la vida, gracias por ti.
Año 2190, uno de los muchos antros cool del nivel ocho de Madrid. Las estrellas enseñan su pasado tras las ventanas. Dos mil metros abajo cada vez se hace más difícil sobrevivir al aire libre. Ya ni siquiera el aire es libre. Un grupo de jóvenes alegran la vista a un viejo "aislado", la mayoría de las personas que tienen la buena o mala suerte de pasar la barrera de los cuarenta son "aislados", así llaman a una de las muchas enfermedades que plagan la mente humana a finales del siglo XXII.
Dos de las jóvenes del grupo se masturban mutuamente mientras la mascota del clan -un adolescente con implantes felinos- olisquea sus culos girando excitadamente sobre sus cuatro patas. El viejo apura el vaso de ketalcohol y guarda su miembro en los pantalones. Yo pido otro zumo de cebada malteada y mi cenicero rebosa, hoy será una noche dura.