jueves, 20 de diciembre de 2012

Gérmenes de posibles seres flotando
ahogados en la bañera,
propulsados por recuerdos entre sábanas con ella,
ausentes de saber lo que es amar 
durante un instante
o una vida entera.
Cefalea que jadea entre mis sienes, 
implora claridad,
tiene a mis nervios de rehenes.
Tu voz me echa una mano, por fin me siento vivo
las palabras como perros
lamen mi cerebro,
y las saco a pasear cuando puedo,
cuando escribo.
Se mueren los años y el futuro es un extraño que conoce mi destino.
La justicia está tan ciega que no se tiene en pie.